"Mi querida mamá con diabetes"
Por Tamara Katz
Mi querida mamá diabética, quiero que sepas que SE por lo que estás pasando, los miedos, las inseguridades y sobre todo la culpa!!
Cada embarazo supone tales sentimientos, cada vez que nos hacemos un estudio médico, una ecografía, es normal que las mujeres tengamos miedo a que algo ocurra con él bebe.
En nuestro caso la preocupación y ocupación siempre es constante, calcular todo lo que comemos, el ejercicio que hacemos, comer a horarios fijos;
y cada dos horas medirnos el azúcar en sangre, lo que vivimos como un examen que muchas veces pese al esfuerzo que pongamos no obtenemos los resultados deseados.
Y ahí: la culpa, ¿tendría que haber comido menos o más hidratos? ¿Haberme dado más o menos insulina? Pensando que las células de nuestro bebe
se están formando y nosotras con estos valores de azúcar!!
Qué responsabilidad, que cargo amiga mía!!! Yo puedo entenderte…puedo sentir el peso sobre tus hombros.
Ni hablar del hambre voraz que debemos dominar y controlar dado que claramente nosotras no podemos comer por dos, ni relajarnos, los antojos son lujos que raramente podemos darnos.
¡Todo es más difícil para nosotras, mayor riesgo, mayores estudios, mayores controles! Escribís todos tus valores de azúcar, todo lo que comes y la insulina que te aplicas,
lo que va variando de acuerdo a la etapa del embarazo y muchísimos factores como stress, ejercicio físico, etc. y múltiples otros factores imposibles de controlar.
Las hormonas producen cambios de humor en las embarazadas, como nuestra glucosa que se modifica cada 5 segundos. Yo sé que es difícil, cansador y a veces injustamente agobiante, pero quiero que sepas que podes hacerlo,
podes ser ese maravilloso portal y traer vida a este mundo, no será fácil para nosotras, pero no es imposible, VOS PODES, sos fuerte y renaces cada día como el ave Félix,
analizando tu cuadernillo de anotaciones todas las noches, para modificar las dosis
y optimizar los resultados.
No te desanimes, no es lo que comes, la insulina que te aplicas, el ejercicio que haces o no haces, lo que ocurre mi amiga es que vos: pequeño ser humano, HACES EL TRABAJO DE UN ÓRGANO, creado por DIOS, ¡imagínate lo difícil que es eso!
Es un caballo difícil de domar, pero vos mi querida insulinodependiente como muchas veces te llaman, sos tenaz, y obstinada como tu azúcar, así que sé que lo lograrás,
CONFIA EN VOS, apóyate en los médicos, hacete los controles aunque tengas miedo de ver el resultado del medidor,
pero fundamentalmente no sientas CULPA.
Sé que todo depende de vos, de lo que decides comer, la insulina que te aplicas, pero es arduo y complicado hacer el trabajo de un órgano.
¡Se condescendiente contigo misma! Perdonate ese 250 por comer demás,
ese 44 por exceso de insulina, PERDONATE!
Ten fe, y repite: todo estará bien.
Katz Tamara