Historias que Inspiran

Era 16 de Septiembre de 1968, esta fecha quedó grabada en mi memoria. Después de pasar 3 días internado me diagnosticaron diabetes tipo 1. Yo no sabía que era eso, tan solo tenía 12 años. Solo sé, que a partir de allí todo sería diferente.

Me levantaba a la mañana, debía juntar una pequeña cantidad de orina para mezclarla con una pequeña cantidad de un líquido que se compraba en la farmacia, se ponía en un tubo de ensayo y se calentaba, de acuerdo al color que daba, significaba los valores de glucosa que poseía. Luego desayunaba y a continuación debía esterilizar las jeringas que eran de cristal para la aplicación de las dos tipos de insulina que me inyectaba.

Todo esto, era para mí una tortura, por supuesto pasaron varias semanas sin ir a la escuela para ver cómo me adaptaba a las dosis de insulina. Hasta que llegó la primera visita al consultorio médico. Mis padres y yo ingresamos, ellos llevaban las anotaciones que debía entregarle, (supongo que eran los controles de glucosa), el médico hablaba, explicándole a mis padres, cómo debía ser para siempre mi vida de ahora en adelante.
Esa noticia fue para mí demoledora, se ve que mi rostro había demostrado demasiado dolor porque el medico dejó de hablarle a ellos y se dirigió a mí y me dijo que no tuviera miedo ya que era muy fácil, solo tenía que seguir al pie de la letra esto, CONTROL DE GLUCOSA – INSULINA – DIETA - ACTIVIDA FISICA, y que con el tiempo la ciencia iba a ir avanzando haciendo todo más fácil.

Seguí las instrucciones que me dio el médico con rigurosidad, ya han pasado 53 años con esta dulce compañía y gracias a Dios no tengo ninguna complicación debido a la diabetes.
Siguiendo con esta receta (CONTROL DE GLUCOSA – INSULINA – DIETA - ACTIVIDA FISICA), pude hacer una vida casi normal, por supuesto con sus aciertos y desaciertos, pero eso hace al condimento de la vida.

Con esta historia de vida quiero expresarles, que con constancia y siguiendo las instrucciones de los médicos se llega a buenos resultados.